La Roja jugó un partido condicionado por la expulsión en el minuto 27 de Gabriel Suazo. Eso significó que los nacionales hayan llegado muy poco al arco contrario.
Era la última esperanza de Chile, para poder pasar de ronda en esta nueva edición de la Copa América. También era la última Copa América de varios integrantes de la generación dorada como Alexis, Bravo, Isla y Vargas.
Hoy, Chile se jugaba más que el paso a la próxima ronda, debía mejorar lo hecho ante Perú y Argentina. Los primeros minutos fueron de los nacionales, de hecho en los pies de Dávila llegaron las principales opciones de gol.
Pero llegó el minuto 27 y pasó algo muy extraño. Gabriel Suazo, intentó quitarle el balón a un canadiense que se dejó caer el suelo. EL toque fue mínimo, pero la actuación fue grande. Se pidió la segunda amarilla y el árbitro compró. Fue una jugada que con suerte pudo haber sido falta y que nos costó la expulsión del lateral izquierdo.
Desde ese minuto el juego se congeló. Canadá no hizo nada para ganar y a Chile no le dieron los pies ni la cabeza para atacar. Con el empate los norteamericanos se fueron felices, mientras que Chile decepcionó.